A lo largo de la historia, hemos presenciado grandes avances tecnológicos que han ayudado en gran medida a mejorar la calidad de vida de las personas, la masificación de la energía eléctrica, la invención de los computadores o la aparición de internet son sólo algunos de estos importantes desarrollos, desarrollos que trajeron consigo drásticos cambios en la sociedad, facilitando las comunicaciones, el acceso a la información y agilizando en gran medida una gran cantidad de procesos tanto en la industria como en el hogar.
Hoy en día, gracias a las mejoras en la capacidad de procesamiento de datos, se ve a la inteligencia artificial (AI por sus siglas en inglés) como una de estas nuevas tecnologías. Hemos visto cómo la máquina AlphaGo fue capaz de ganarle al campeón mundial de Go, Ke Jie , y también al robot Sophia como la primera máquina en obtener una nacionalidad, sin embargo, en estos momentos el enfoque de esta tecnología no está en intentar crear una máquina lo más parecida a un humano posible, sino en crear máquinas o sistemas capaces de aprender a realizar muy bien una tarea específica según los datos que le fueron entregados. Es así como nacieron sistemas automáticos de reconocimiento facial y clasificación de objetos, sistemas de traducción de idiomas en tiempo real, sistemas de recomendaciones en base a gustos o asistentes personales, todos basados en inteligencia artificial.
Siguiendo con lo anterior, dada la evolución de las aplicaciones de AI y las posibilidades que se tienen de automatizar una gran cantidad de procesos gracias a esta, surge la siguiente inquietud ¿Cómo afectará a los puestos de trabajo la integración de la AI en las industrias del mañana?
A medida que pasa el tiempo, las aplicaciones de AI se van complejizando cada vez más, por ejemplo, en el área de reconocimiento de imágenes y toma de decisiones, lo primero que se nos viene a la cabeza es la aparición de los vehículos autónomos, que, pese a que aún están en desarrollo, se espera aparezcan para los juegos olímpicos de Tokio 2020. Es así como en un futuro es esperable que los vehículos autónomos se apoderen del transporte público mundial desplazando de su fuente laboral a miles de conductores profesionales.
Otro ejemplo es el sector comercial, hoy en día la gran mayoría de las tiendas físicas y online cuentan con equipos humanos para las tareas de atención al cliente, recepción y despacho de pedidos, pero en un futuro esto podría cambiar. La empresa SoftBank Robotics exploró en esta área y construyó el robot humanoide Pepper el cual es capaz de conversar con los clientes de un negocio y atender sus órdenes de compra, de igual forma es posible automatizar los procesos de recepción y despacho de pedidos en bodegas con la ayuda de robots capaces de encontrar objetos y transportarlos, por lo que es esperable que un futuro la AI también se apodere de este sector.
Al igual que con las tareas recién nombradas, cuyas automatizaciones aparecen luego de muchos años de investigación, ya se están automatizando tareas rutinarias para los humanos, como lo son el traspaso de datos, clasificación de documentos, moderación de contenidos, trabajos monótonos en líneas de producción, entre otras, desplazando cada vez más la fuerza laboral.
Pero, pese a esto, la fuerza de trabajo humana siempre será necesaria, ya que tiene algo que los robots basados en inteligencia artificial aún no pueden hacer y eso es ser capaces de improvisar y ser flexibles frente a situaciones inesperadas. Un robot podrá ser muy bueno realizando una tarea en específico, pero siempre y cuando se cumplan las condiciones bajo las cuales fue construido y entrenado, cuando estas condiciones no se cumplan el robot entrará en un dilema del cual no podrá salir sin ayuda humana.
Y es aquí cuando se vuelve fundamental la capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías, donde la educación jugará un rol muy importante. Se deberá enseñar a las futuras generaciones a convivir con estos sistemas de AI para potenciar el trabajo humano y no opacarlo, será necesario potenciar las habilidades de colaboración, creatividad e innovación, las cuales serán muy difíciles de ver en un robot, pero no así en un humano. Si no se cultivan estas habilidades la fuerza de trabajo humana será fácilmente desplazada por robots que harán lo mismo, pero más eficientemente.
Finalmente, respondiendo a la pregunta del título, aún hay esperanzas de no ser reemplazados por máquinas. Inevitablemente se perderán empleos debido a la automatización de procesos, pero al igual que en revoluciones tecnológicas anteriores, esto dará paso a la creación de otros, los cuales dependerán de las habilidades que los robots no pueden desarrollar, las habilidades sociales y la creatividad.
Entonces, para que la sociedad siga avanzando, no sólo deben actuar las empresas de desarrollo tecnológico, también deben actuar las comunidades que recibirán estas nuevas tecnologías, adaptándose a ellas y aprendiendo a convivir con ellas para que podamos maximizar los beneficios de la AI y ésta no nos extinga.
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