Uno pensaría generalmente en agua y electricidad como entes que se repelen. Siempre nos han dicho que estos dos conceptos nunca van juntos, no sin razón. Combinar agua con electricidad (un secador en la tina, por ejemplo) puede traducirse en un accidente grave, sin embargo, hay varios espacios donde éstos colaboran de manera esencial para nuestro estilo de vida actual.
El agua es considerada muchas veces como “oro líquido” debido a su importancia para la humanidad y todas las especies de la Tierra. Toda actividad social y económica depende en gran medida del abastecimiento de agua dulce y la calidad de ésta, no obstante, se estima que cerca de 2.200 millones de personas viven sin acceso a agua potable.
Día Mundial del Agua 2022
Cada 22 de marzo, celebramos el Día Mundial del Agua, con el objetivo de concientizar acerca de la crisis hídrica y la necesidad de buscar medidas para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) N°6: Agua y saneamiento para todos en 2030.
Este año, el día tiene un enfoque hacia la importancia de las aguas subterráneas, las cuales alimentan ríos, lagos, humedales y manantiales, y éstas a su vez son alimentadas por lluvias y nieve.
Hasta hace poco, se tenía una idea del agua como un recurso infinito debido a su ciclo natural, pero desde el siglo XX se observa que el consumo de agua se duplica cada veinte años a nivel mundial y los niveles de contaminación incrementan alarmantemente, por lo que es urgente aplicar una gestión sostenible para resguardar su existencia en el futuro. La sobreexplotación del recurso en su consumo, saneamiento, producción alimentaria y procesos industriales superan en gran medida su capacidad natural de renovación, levantando una alerta para tomar acciones sobre el asunto.
¿Cómo se conectan el agua y la electricidad?
Tradicionalmente, la electricidad se produce en las grandes centrales eléctricas, en donde agua, vapor, o viento se encargan de mover una turbina, de la cual a través de su eje giratorio conectado a un generador, se transforma la energía mecánica en electricidad.
El agua es indispensable en nuestra vida cotidiana, pero también cumple un rol fundamental en la generación eléctrica. Por ejemplo, ésta puede ser utilizada como fuente de energía primaria en una hidroeléctrica o en procesos de enfriamiento en plantas termoeléctricas.
La energía eléctrica producida por una hidroeléctrica varía su capacidad de año en año, debido a que depende de las reservas hídricas y volúmenes fluviales del periodo, lo que a su vez se ve afectado ampliamente por el cambio climático.
Las nuevas tecnologías nos han permitido soñar con usar el agua como fuente de generación distribuida: un concepto que se aleja de las grandes centrales, sino que muchas pequeñas centrales poco invasivas (a diferencia de las grandes centrales hidroeléctricas, por ejemplo), cada vez más cerca del punto final de consumo. Aprovechar el caudal de ríos y canales, las corrientes del mar, e incluso las olas que rompen en la orilla de zonas no pobladas, son alternativas viables y ya operativas en distintas partes del mundo.
Este día del agua, celebramos desde la vereda de la eficiencia energética su existencia. Es gracias al agua que hemos logrado grandes avances tecnológicos en el ámbito eléctrico, y, maximizando su potencial, seguiremos en la senda de tener un sistema eléctrico más limpio y renovable.
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