La agroindustria es uno de los pilares de la economía nacional, siendo esta la segunda actividad más importante, después de la minería. Al ser industrias grandes, es probable que cuenten con problemas operacionales que pasan desapercibidos si no se hace un trabajo exhaustivo de control y que a la larga se traducen en pérdidas millonarias. Una mala gestión del uso eléctrico en la operación puede ocasionar, por ejemplo, fallas en activos críticos, lo que puede generar atrasos en alguna de las líneas de producción, retardando todas las demás líneas, o hacer que una de las cámaras de frío se deteriore por una sobrecarga energética.
Otros desafíos a los que se enfrenta la agroindustria, y la industria en general, en término operativos, es lograr un correcto prorrateo de los costos de la energía por línea productiva o centro de costo y, un problema derivado de lo anterior, es que si no se tiene una asignación correcta de los costos, es más difícil saber cuál es el costo real de la producción de un producto, y más aún, el margen real de cada unidad producida del producto final.
Aunque hoy existen ciertas industrias, como la minera, que cuentan con tecnología que les permite conocer con más detalles el uso que están dando a la electricidad, lo cierto es que este tipo de tecnologías no es muy rentable porque exige un costo muy alto por la instalación (mucho hardware y cableado), costos por mantenimientos, requiere de expertos para manipularlo y su utilidad es a un nivel técnico, no estratégico.
Tecnología IoT para el monitoreo energético en la agroindustria
Sin embargo, existe una tecnología mucho más completa en su servicio que viene a dar una solución más allá de lo técnico. La tecnología IoT, “internet de las cosas”, por su sigla en inglés, en la agroindustria, sirve para dar visibilidad y seguimiento al uso de la electricidad en toda la producción, a través de una implementación rápida y sencilla. Al tener acceso a esta información la industria se beneficiaría en:
- Disminuir el gasto energético, ya que, al entender las curvas de consumo de cada elemento al interior de un espacio productivo, se pueden corregir conductas y generar ahorros sin necesidad de inversiones en nuevas tecnologías. Conocer con certeza cuál es el costo y margen real de la producción de un producto, haciendo un prorrateo del uso energético en las distintas maquinarias y líneas de producción.
- Reducir los riesgos de falla, al detectar consumos anómalos, peaks de potencia erráticos u otros, que en determinado momento se pueden generar desde alguna máquina.
- Verificar que los procesos de mantención se están haciendo de manera correcta, que los insumos de ciertas máquinas otorgan las eficiencias comprometidas por los proveedores, o incluso, que el consumo real de la máquina se mantenga dentro de los parámetros que el fabricante indica en la ficha técnica del equipo.
¿Cómo funciona esta tecnología?
En Wenu Work desarrollamos un dispositivo IoT propio, que se instala en el tablero eléctrico. Una vez instalado, se conecta a una red WiFi (del cliente o propia) para enviar toda la información a la nube, por lo que podrá ser vista desde un ordenador, dispositivo móvil o tablet en tiempo real en cualquier lugar del mundo. Al tener acceso a la información de uso de la energía eléctrica, ésta permite tener un control centralizado del uso en todos los puntos monitoreados. Además del monitoreo, permite realizar gestión operacional al facilitar la toma de decisiones respecto al uso de maquinaria, mala implementación por parte de colaboradores, entre otros aspectos.
Unifrutti, compañía productora y exportadora de fruta fresca, es una empresa que se sumó a la tecnología IoT para tener un control sobre sus gastos energéticos. Unifrutti pudo, por ejemplo, hacer un prorrateo de los costos de activos críticos, medir las cargas eléctricas de las cámaras de frío mezclando distintos gases y encontrar así la fórmula que permitiera optimizar el indicador de intensidad energética.
El caso de esta empresa productora y exportadora de fruta es uno de los muchos donde se puede ver que teniendo una mayor visibilidad y conocimiento sobre el uso de la energía eléctrica dentro de una fábrica o centro de producción, trae beneficios cuantiosos, no solo para la propia industria en lo relacionado a la disminución de los costos operacionales, sino que también en la sustentabilidad del medio ambiente, ya que, al no tener uso excesivos de energía eléctrica, es posible disminuir así las emisiones de GEI y todo lo que eso conlleva para el planeta.
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